La energía sostenible es una prioridad para Colombia, por lo que, a pesar de contar con una de las matrices energéticas más limpias del mundo (alrededor de un 70% se compone de energía hidroeléctrica), el país realiza grandes esfuerzos para lograr una mayor diversificación de sus fuentes e incorporar en una mayor proporción las renovables no convencionales (energía solar, eólica, biomasa, hidrógeno, geotermia). Lo anterior, con el fin de sustituir la dependencia de fuentes contaminantes e incentivar un mercado competitivo y ambientalmente sostenible, en cumplimiento del pacto por la sostenibilidad del Plan Nacional de Desarrollo 2018-2022.
Para ello, Colombia promueve sus intereses energéticos a través de su política exterior a través de cuatro ejes de acción, a saber: concertación política para la defensa de intereses comunes, apertura de nuevos mercados, consecución de nuevos inversionistas y cooperación técnica. Las principales organizaciones multilaterales e iniciativas en donde se trata el tema de energía y en los cuales participa Colombia son la Agencia Internacional de Energía Renovable (IRENA), la Organización Latinoamericana de Energía (OLADE) y la Alianza por la Energía y el Clima de las Américas (ECPA por su sigla en inglés) de la Organización de Estados Americanos (OEA).
De esta manera, Colombia se ha convertido en líder y referente regional en materia de transición energética, pues la considera imperativa y clave para la recuperación económica postpandemia y para abordar la emergencia climática. Entre los hitos más recientes de Colombia en materia de transición energética se encuentran: la Ley de Movilidad Eléctrica (2019), que posicionó en el primer lugar en ventas de vehículos eléctricos e híbridos a nivel regional; la Ley de Transición Energética (2021), que consolidó un marco fiscal, regulatorio y comercial atractivo para la inversión en renovables no convencionales; el lanzamiento de la Hoja de Ruta del Hidrógeno (2021) para el desarrollo de este combustible bajo en emisiones a 2030, para aprovechar el alto potencial de producción. Además, desde 2019 Colombia cuenta con un exitoso programa de subastas de renovables con el que se han adjudicado numerosos proyectos
En el contexto regional, Colombia impulsó la Iniciativa de Energías Renovables de América Latina y el Caribe (RELAC), cuyo objetivo es incrementar la participación de las energías renovables en la región en al menos 70% y acelerar el cumplimiento de los compromisos del Acuerdo de París. Su implementación significa un aumento en la ambición regional para responder a la crisis climática, mediante la armonización del crecimiento económico y la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero en el sector eléctrico. RELAC ya cuenta con el apoyo de 15 países de la región y el respaldo de la OLADE y el BID (este último es la Secretaría Técnica), entre otras organizaciones.
Por todos estos esfuerzos, Colombia fue reconocido como Campeón Global en el Diálogo de Alto Nivel de Energía que se realizó durante la 76a Asamblea General de la ONU, en septiembre de 2021; el país participó en el grupo de transición energética, enfocado en estrategias para la descarbonización, el aumento de las energías renovables y la eficiencia energética. Además, Colombia se ubica dentro de los primeros 30 países en el Índice de Transición Energética 2021 del Foro Económico Mundial (WEF por su sigla en inglés), siendo el segundo país de América Latina y el Caribe que aparece en este ranking.
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