La frontera con la República Federativa del Brasil abarca una longitud cercana a los 1645 kilómetros. El arreglo de límites fue complejo dado que, desde la época de la Colonia, la delimitación entre las Coronas de España y Portugal, en sus territorios coloniales en América, no era lo suficientemente clara y, al momento de lograr su independencia, las nuevas Repúblicas heredaron esa situación.
En 1826 se iniciaron gestiones para dar solución al problema de límites, pero fue sólo hasta 1907 cuando se logró un acuerdo de delimitación y ello únicamente para el tramo norte, comprendido entre la Frontera con Venezuela (río Negro frente a la “Piedra del Cocuy”) y la confluencia de los ríos Apaporis y Caquetá. Para el trayecto final hasta el río Amazonas, fue necesario esperar hasta 1928, y lograr el arreglo de delimitación con Perú, toda vez que en 1851 Brasil y Perú habían suscrito un Tratado de Comercio y Navegación Fluvial mediante el cual se reconocían como límite, entre ellos, la línea geodésica Tabatinga-Apaporis, en un área que Colombia reclamaba como propia. Dicha línea, a la postre, fue aceptada como frontera entre la República de Colombia y la República Federativa del Brasil.
En el Tratado de 1928 los dos países se reconocen, recíprocamente y a perpetuidad, el derecho a la libre navegación por los ríos Amazonas, Yapurá o Caquetá, Izá o Putumayo y todos sus afluentes y confluentes.
Los instrumentos que fijan la frontera entre Colombia y Brasil son:
- “Tratado de Bogotá entre Colombia y el Brasil”, suscrito en Bogotá, el 24 de abril de 1907 por el Ministro de Relaciones Exteriores de Colombia, ALFREDO VASQUEZ COBO y el Ministro Residente en Misión Especial de Brasil ENEAS MARTINS.
- “Tratado De Límites y Navegación Fluvial entre Colombia y el Brasil”, suscrito en Río de Janeiro (Brasil), el 15 de noviembre de 1928, entre el Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario de Colombia en Brasil, LAUREANO GARCIA ORTIZ, y el Ministro de Estado de las Relaciones Exteriores de Brasil, OCTAVIO MANGABEIRA.