Nueva York, Estados Unidos, 2 de marzo de 2022
La resolución que se aprobó con una mayoría absoluta de 141 votos a favor y solo 5 en contra es histórica por muchas razones que ya se han mencionado. El aplauso espontáneo que la siguió, no fue un aplauso a favor de la guerra. Fue un aplauso de celebración por el triunfo del derecho internacional y una reafirmación del derecho de todos los pueblos a vivir en paz, bajo la garantía de su integridad territorial, su soberanía y la autonomía política.
Colombia pide a todas las naciones aquí presentes, la plena implementación de lo que hemos decidido y ello requiere la voluntad política de todos nosotros con acciones y compromisos concretos que acaben el sufrimiento y el temor de millones de ucranianos, de ciudadanos europeos y también de los ciudadanos rusos, ante las consecuencias de la insensatez de una agresión unilateral, ilegal e injustificada.
Este voto no ha sido contra el pueblo de Rusia, que en diferentes momentos de la historia ha hecho contribuciones valiosas a la humanidad y a la construcción de la arquitectura internacional, en campos como la aviación, la exploración espacial y satelital, la ingeniería, la química, la medicina y la física, por no hablar de la cultura, la música, las artes, los deportes y el ajedrez.
Este ha sido un voto contundente contra un liderazgo que deliberadamente ha decidido ubicarse al lado equivocado de la historia, por nostalgia personal y delirante de un pasado imperial que no volverá, porque los ciudadanos demócratas y libres del mundo y de la propia Rusia, no lo quieren.
Esta impresionante mayoría de votos a favor de la resolución, por la cual agradezco el trabajo de todos los técnicos, expertos y diplomáticos de nuestras delegaciones, es la condena universal a una guerra de agresión injustificada cuando el mundo necesita recuperar millones de pequeñas y medianas empresas, así como millones de empleos que aseguran el alimento, los colegios y viviendas de cientos de millones familias en todo el planeta, perdidos por una pandemia inclemente de dos años de duración.
Ya hemos visto en el pasado el horror que puede causar un gobernante que aplica vías de hecho, pasando por encima de los ciudadanos y del derecho.
No dejemos que hoy una persona lleve al pueblo ruso y al ucraniano a un fratricidio, pues como dijo esta mañana el representante de Laos, “una persona está empujando a dos hermanos a matarse entre sí”, y ninguno de nosotros puede ser un simple espectador.
Debemos hacer un llamado unánime a las soluciones reales y Colombia invita por ello, a la Creación inmediata de un grupo de países que apoye la negociación y ofrezca una mediación, siempre y cuando, se ponga fin de inmediato a la ocupación y la ofensiva militar y se suspendan los bombardeos sobre Ucrania, que cada segundo acaban vidas y destruyen activos, riqueza, sueños y esperanzas para que la humanidad pueda alcanzar la concordia, el progreso y la paz que todos necesitamos.
En nombre del Presidente Iván Duque y el pueblo de Colombia, expreso nuestras condolencias a Ucrania, India, China, Rumania, Rusia y a aquellos países cuyos nacionales ya han sido víctimas de este conflicto.
Ninguna de estas personas pasó por una pandemia de dos años para venir a morir en medio de este absurdo.
Colombia mantendrá una posición inequívoca de rechazo a la violación de la Carta por parte de Rusia, pues esa actitud no puede generar un precedente, ni mucho menos abrir la puerta al posterior reconocimiento de las vías de hecho para imponer una situación manifiestamente ilegal.
Colombia ofrece todos sus esfuerzos y capacidades de mediación y negociación desde este mismo instante, para construir bajo los auspicios del Secretario general pero con sentido de urgencia, medidas de confianza que conduzcan a solucionar las diferencias entre Ucrania y Rusia.
Es sabido que las violaciones de los derechos humanos que den lugar a crímenes de lesa humanidad, crímenes de guerra o actos de genocidio, no tendrán la posibilidad de quedar en la impunidad, ni los responsables de los mismos encontrarán paz sobre la tierra, pues tarde o temprano tendrán que comparecer ante la justicia internacional gracias a la Corte Penal Internacional.
Hoy quedó presente una vez más, que todas las regiones del mundo importan; la estabilidad de todos los países y regiones del mundo cuentan y son importantes, independientemente de su tamaño y riqueza. La seguridad de todos los habitantes del mundo es fundamental. El temor de este precedente en Asia y África importa; la preocupación de no dejar que este antecedente en Europa se consolide importa, y para nosotros, en América Latina, que ha sido una región de paz y sin conflictos bélicos entre hermanos, lo que está sucediendo hace días también importa.
No estamos dispuestos a la alteración del equilibrio político que tiene al mundo entero en zozobra y que podría llegar a convertirse en una seria amenaza para la paz y estabilidad de América Latina y de todas las Américas.
Colombia ofrece todos sus esfuerzos y capacidades de mediación y pide que se conforme desde ya, bajo los auspicios del SG un grupo de urgencia que sirva para solucionar las diferencias entre Ucrania y Rusia y garantice el cabal cumplimiento de los acuerdos de Minsk, bajo la condición de que cesen de inmediato las acciones militares. Esa es la verdadera prueba de cuál fue el motivo que nos convocó a esta Asamblea extraordinaria.
Esa es la prueba de que no estamos acá por las formas ni la retórica, sino comprometidos de verdad y dispuestos a aportar soluciones reales por la paz mundial, con un mensaje claro e inequívoco: la ilegalidad no será tolerada nunca más por la comunidad de Naciones.
Hoy las Naciones Unidas no está actuando solas. En OACI, en Montreal esta mañana; en la Organización Internacional de Energía Atómica en Viena; mañana en el Consejo de Derechos Humanos en Ginebra; la semana próxima, en la Corte Internacional de la Justicia en La Haya. En todos los distintos escenarios, la comunidad internacional se está manifestando para condenar con firmeza los atropellos al derecho internacional por parte del liderazgo ruso.
Por eso, Colombia solicita al señor Secretario General de Naciones Unidas, que contacte cuanto antes a los presidentes de Ucrania y Rusia para crear ese grupo de mediación que, desde hoy mismo, destine todos sus esfuerzos para la mediación y para que, de esta manera, el señor Secretario pueda comunicar al mundo próximamente que como consecuencia de su gestión, la acción militar ha terminado.
¡Muchas gracias!
