Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena,
Director de la OIM, António Vitorino,
Relator Especial sobre los derechos humanos de los Migrantes, Felipe González,
Ministros, Altos Representantes y delegados:
En nombre del Gobierno de Colombia agradezco a la OIM, a la Red de las Naciones Unidas sobre Migración, y a la CEPAL por su liderazgo en este proceso de revisión regional.
Desde la adopción en 2.018 del Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular, el Estado colombiano ha fortalecido sus políticas públicas para responder de forma integral a los retos de la migración.
Hemos afianzado la articulación entre las entidades estatales, de distintos sectores, y en los niveles nacional y local. Promovemos un trabajo colaborativo que involucra a la sociedad civil. Y enfatizamos en la importancia de la cooperación con otros Estados y organizaciones internacionales bajo el principio de responsabilidades compartidas.
En los últimos cinco años, Colombia pasó de ser un país tradicionalmente emisor, a ser el segundo mayor receptor de migrantes en el mundo.
Como país de origen de migrantes, el Estado desarrolla acciones para apoyar a nuestros connacionales en el exterior. Estas incluyen los servicios básicos de asistencia y documentación, que se brindan en el marco de la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares. Con el programa Colombia nos Une, promovemos además el acceso de estos compatriotas a servicios que se ofrecen desde nuestro país en áreas como educación, vivienda y seguridad social en pensiones.
Nuestra estrategia incluye el acompañamiento a quienes deciden regresar. Contamos con Centros de Orientación sobre oportunidades para el retorno, en 14 ciudades del país.
A través de nuestro Fondo para las Migraciones, asistimos a colombianos en situación de vulnerabilidad. Durante la pandemia, nuestros consulados y embajadas han coordinado con entidades y gobiernos extranjeros asistencia para los más afectados. Así mismo, apoyamos la logística para el regreso de más de 40.000 connacionales en vuelos humanitarios, incluidos viajeros, estudiantes y trabajadores migrantes.
Como país de tránsito, Colombia vive los desafíos del paso de migrantes de África, Asia y otros países del hemisferio, en su trayecto hacia Norteamérica. En este campo promovemos el diálogo regional, tanto para la respuesta humanitaria, como para enfrentar las amenazas derivadas del tráfico de migrantes y trata de personas.
Distinguidos delegados:
Como país de destino, el éxodo masivo producido por la crisis multidimensional de Venezuela es un reto prioritario. Cerca de 1,8 millones de venezolanos han migrado a nuestro país con vocación de permanencia. A este número se suman medio millón de colombianos que regresaron desde Venezuela, y un movimiento pendular de 1,9 millones de personas en las zonas de frontera.
Nuestra política pública frente a este fenómeno se sustenta en la protección de derechos humanos, y en las perspectivas de género y de protección integral de la infancia.
Destaco sus tres pilares:
El primero, es la acogida solidaria que asegura el acceso a servicios sociales básicos y promueve la regularización.
Actualmente, 364 mil niños y niñas venezolanos acceden a nuestro sistema educativo. 297 mil niños han sido beneficiados por los programas de protección infantil. En 2.019 y 2.020, un millón 32 mil migrantes recibieron atención en nuestro sistema de salud.
Así mismo, otorgamos la nacionalidad colombiana a más de 50 mil niños venezolanos, en riesgo de apatridia.
Este año, el Gobierno del presidente Iván Duque dio un paso histórico con la adopción del Estatuto Temporal de Protección para Migrantes Venezolanos.
Mecanismo que permitirá que los migrantes en condición irregular, casi un millón de personas, definan su situación jurídica. Además, al contar con un registro y caracterización de la población migrante, podremos tener mejores políticas y respuestas.
El Estatuto permitirá un mejor acceso al trabajo, a los servicios del Estado y la integración más digna en todas sus dimensiones.
El segundo pilar de nuestra política es la integración con equidad. La que permite pasar de la fase de asistencia humanitaria, a la estabilización de proyectos de vida en el mediano y largo plazo.
Promovemos la empleabilidad de los migrantes mediante la convalidación de títulos, la capacitación para el trabajo, la inclusión financiera, y las iniciativas de acompañamiento en sus emprendimientos.
El tercer pilar son las acciones para el desarrollo sostenible e inclusivo que involucran a las comunidades de acogida. Estas son esenciales para fortalecer la convivencia armónica, la seguridad y eliminar la discriminación.
Señoras y señores:
El apoyo de la comunidad internacional en la respuesta a la migración venezolana es fundamental.
Cooperación urgente por la dimensión del fenómeno, y más en el contexto de la pandemia que ha impactado la salud y la economía de todos.
Los Planes Regionales de Respuesta impulsados anualmente por las Naciones Unidas son una herramienta central para asegurar coordinación y eficacia en esta cooperación.
No obstante, la respuesta frente a la migración venezolana se encuentra sub-financiada al compararla con el apoyo movilizado en las diásporas de Siria, Myanmar o Sudán del Sur.
Esperamos que una de las conclusiones de esta revisión regional sobre el Pacto Mundial sea el llamado a la una mayor cooperación mundial con Latinoamérica y el Caribe, frente al segundo éxodo más grande del mundo.
Para terminar, Colombia reafirma su compromiso de continuar fortaleciendo sus políticas nacionales, y de afianzar nuestra cooperación con los distintos Estados y los organismos multilaterales, para que la migración continúe siendo un factor de impulso al desarrollo, la convivencia y el bienestar en nuestra región.
Muchas Gracias.