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Palabras de apertura de la Ministra de Relaciones Exteriores, Claudia Blum

 

 

Respetados embajadores y delegados, miembros de la Comisión:

Colombia les da la bienvenida a Cartagena, y les agradece por atender esta reunión de la Comisión de Consolidación de la Paz en esta histórica ciudad, en donde los hemos convocado para compartir experiencias y analizar las Buenas Prácticas de Financiamiento y las Asociaciones Estratégicas para la Consolidación de la Paz.

La iniciativa del presidente de Colombia, Iván Duque Márquez, de invitar a la Comisión a sesionar en nuestro país tiene un gran significado. No solo por ofrecernos la oportunidad de recibirlos durante nuestra Presidencia en la Comisión, próxima a culminar, sino porque es una ocasión valiosa para que ustedes puedan conocer de primera mano algunas de las estrategias de estabilización socioeconómica que se vienen implementando en los procesos de construcción de Paz con Legalidad en Colombia. Experiencias que pueden tener elementos importantes para ser considerados por la Comisión cuando aborde los temas de financiamiento y de alianzas estratégicas en la consolidación de la paz.

Distinguidos delegados:

Colombia ha sido un país receptor del Fondo de Consolidación de la Paz. En 2017, mi gobierno se presentó ante esta Comisión para compartir sus aprendizajes en la construcción de la paz y expresar su agradecimiento por el apoyo recibido de las Naciones Unidas.

A partir de nuestra experiencia, hemos reconocido la importancia que juega la Comisión en el logro de los objetivos definidos en la Carta de Naciones Unidas.

Así mismo, hemos ratificado la convicción de que el trabajo de la Comisión y del Fondo debe asegurar las sinergias que permitan garantizar una acción cada vez más coherente y eficaz en los países de interés. El apoyo coordinado entre el país receptor y las Naciones Unidas –incluso con la debida coherencia al interior mismo del Sistema– cobra relevancia para ser más eficaces en la consolidación de la paz.

A principios de 2019, Colombia asumió la presidencia de esta Comisión. Entre las múltiples prioridades que definimos, el tema de la financiación y las alianzas recibió atención especial de nuestra parte. La búsqueda de una colaboración más sólida y permanente con algunos de nuestros socios clave ha sido uno de los objetivos que perseguimos. Hemos buscado fortalecer la cooperación con el Banco Mundial, el Banco Africano de Desarrollo, y organizaciones subregionales como la Comunidad Económica de Estados de África Occidental y el proceso de integración de la Unión del Río Mano.

Así mismo, hemos dado relevancia a la relación de esta Comisión, con el Consejo de Paz y Seguridad de la Unión Africana. La reunión que celebramos anualmente entre las dos instancias es una oportunidad valiosa para fortalecer la coordinación de esfuerzos en prevención de conflictos, buena gobernanza, derechos humanos y reconciliación.

En línea con las resoluciones de 2016 que pidieron a esta Comisión convocar a consultas para desarrollar y compartir buenas prácticas en la consolidación de la paz, también trabajamos en este año para aproximar posibles nuevos países que pudieran presentar sus experiencias.  Así mismo, invitamos a aquellos Estados que se acercaron a la Comisión en el pasado, para que en un ejercicio de seguimiento nos informaran sobre sus progresos en materia de paz.  Nuestro diálogo con ellos se ha enmarcado en el principio de la apropiación nacional, que ha sido la piedra angular de la credibilidad y la eficacia de la Comisión de Consolidación de la Paz.

 

Excelencias:

Otro de los focos de trabajo en 2019, fue la preparación para el examen de la estructura de la Consolidación de la Paz, que realizarán en 2020 la Asamblea General y el Consejo de Seguridad. Al tiempo que avanzamos en la implementación de las recomendaciones emanadas del examen de 2015, llevamos a cabo consultas informales con los Estados miembros para conocer las opiniones sobre lo que esperan de la próxima revisión.

La preocupación central identificada en las resoluciones gemelas adoptadas en 2016 sigue siendo el financiamiento adecuado, predecible y sostenido. Y allí radica la importancia de la sesión del día de hoy.

Los Estados miembros de la Comisión debemos explorar formas más innovadoras, eficaces y sostenibles de asegurar la financiación para los procesos de reconstrucción y recuperación después de situaciones complejas de violencia, y para fortalecer la coordinación institucional en la consolidación de la paz. Coordinación que involucra a las autoridades nacionales, los organismos y agencias de Naciones Unidas, las instituciones financieras internacionales, los países donantes, las organizaciones multilaterales y regionales, la sociedad civil y el sector privado. Y por supuesto, a las propias comunidades.

Desde luego, por nuestra participación en los paneles organizados, el contexto colombiano será presentado y analizado de manera especial en esta sesión. Pero igualmente aprenderemos lecciones adicionales de otros Estados que han superado o están en proceso de superar situaciones de violencia o de conflicto, así como la visión de países donantes, de entidades financieras cooperantes, y de representantes de víctimas y sectores privados que se comprometen en la consolidación de la paz.

Los invito a que comencemos nuestra sesión y a que aprovechemos el tiempo que tenemos de la mejor manera posible. Confiamos en que la experiencia de sesionar en un país que busca consolidar los avances hacia la paz, con apego al Estado de Derecho, y buscando que el desarrollo sostenible y los derechos humanos sean dimensiones integrales de este proceso, enriquezca la labor de la Comisión de Consolidación de la Paz en la aplicación de sus mandatos.

Muchas gracias.