Discurso del canciller Álvaro Leyva en la Cumbre de las Tres Cuencas, Ecosistemas de Biodiversidad y Bosques Tropicales

 

Señor Presidente de la República del Congo

DENIS SASSOU NGUESSO

Señor Primer Ministro de la República del Congo

COLLINET MAKOSSO

Señor Presidente de la Unión Africana y de la Unión de las Comoras 

AZALI ASSOUMANI

Señor Secretario General de las Naciones Unidas

ANTÓNIO GUTERRES

Señores Presidentes

Estimadas todas y todos:

Paz con la historia, paz con la historia Congo, recuerdo que esa novela histórica del corazón de la tinieblas de Joseph Conrad, no es para dejar el corazón en las tinieblas, sino una vez leídas es para dejar el corazón  propio en el Congo.

Esta Paz empieza sin duda con el respeto a los derechos de la naturaleza y de los pueblos originarios los territorios boscosos y megadiversos. Una Paz que se construye con los países con los que compartimos particularmente sur sur, con los que compartimos las mismas necesidades, anhelos y esperanzas a través de la conservación y uso sostenible de nuestros recursos naturales comunes, consolidamos una estabilidad y prosperidad regional y multicontinental. Una Paz que, seguro estoy, se extiende a otros continentes y que defiende la vida misma en todas sus expresiones.

Se perderían los principales beneficios que este bioma brinda como sumidero de carbono, principal reserva de agua dulce y foco invaluable de diversidad biológica.

Estar reunidos hoy en este espacio los países de tres cuencas, de tres continentes diferentes, es un hito histórico y un testimonio vivo de la conectividad ecosistémica que se extiende más allá de las fronteras artificiales que fueron trazadas por la raza humana.

En Colombia, nuestra geografía nos enseña todos los días los vínculos inexorables entre un ecosistema y otro. Sobre nuestra superficie terrestre, se extienden varios de los bosques más sorprendentes del Planeta en términos de biodiversidad, como lo son la Selva Amazónica (donde se concentra el 66% de nuestra cobertura forestal) o el Bosque Húmedo del Pacífico Tropical, una de las zonas más lluviosas del mundo.

También tenemos ecosistemas admirables por sus capacidades de adaptación, como los bosques secos y los manglares en las Costas Caribe y Pacífico y los altos páramos de la majestuosa Cordillera de los Andes. Todos ellos, conectados por los ciclos del agua, fuente de vida pura.

Cada una de las tres cuencas contribuye de manera crítica a la regulación climática, a la captura de carbono y al suministro de agua: claves para la subsistencia de nuestra humanidad.

Los bosques continentales, los océanos y la Antártida están intrínsecamente conectados y los esfuerzos de protección, conservación y restauración en cada uno de ellos repercute en el otro y en la supervivencia de la especie. Como lo dije cuando visité hace poco y por primera vez la Antártida en enero de este año, no hay verde sin azul y no hay azul sin blanco.

Ya el 30% de la capacidad de las corrientes de la Antártida ha desaparecido, sitio en donde está casi el 80% el agua dulce del planeta.

No es exagerado afirmar que, de no tomar acciones rápidas y contundentes, sacrificaremos el futuro de las generaciones venideras e incluso, el nuestro propio. Todos los Gobiernos del Planeta somos responsables de poner en marcha las transformaciones sociales que se requieren para generar un desarrollo justo y equitativo para todos y todas.

El Gobierno de Colombia ha asumido este compromiso y lo ha expresado y materializado en diversos sitios y de forma diversa.

Por una parte, a través de una ambiciosa estrategia de contención de la deforestación, articulada con grupos étnicos y comunidades locales, logramos que en el 2022 la Amazonía colombiana tuviera una reducción de áreas deforestadas de un 36.4% respecto al año 2021

Resultado de estos esfuerzos regionales, nos comprometimos en la Declaración de Bélem a realizar acciones conjuntas para enfrentar la crisis climática, la contaminación del agua y de los suelos, la pérdida de biodiversidad y los incendios forestales, así como el aumento de la desigualdad y la pobreza en nuestros ciudadanos amazónicos.

Iniciativas, para enfocarse en la consolidación de economías descarbonizadas, energías limpias y renovables, así como en el respeto por los derechos de la vida y de la naturaleza.

En este propósito, junto con Brasil, tuvimos la visión de convocar a la Amazonía entera para buscar formas efectivas de contener la deforestación y proteger los recursos vivos de la Cuenca Amazónica. Reactivamos mecanismo de cooperación amazónico —que por años estuvo inactivo— y recibimos en la ciudad de Leticia, la capital de la Amazonía colombiana, a los gobiernos y a la sociedad civil en una reunión técnica para establecer una agenda común que luego refrendamos en la Cumbre Amazónica de Belém do Pará, en la Amazonía brasileña, apenas el pasado mes de agosto.

La Tercera Cumbre P4G (Partnering for Green Growth and Global Goals 2030), titulada «Alianzas Transformativas para la Sostenibilidad: acciones hacia el crecimiento verde y la vida», en la que propiciamos un diálogo entre distintos actores de la sociedad, alrededor de tres grandes ejes temáticos: Biodiversidad, Transición Energética y Ciudades Sostenibles.

Con el mismo espíritu, respondimos al llamado de la República del Congo y nos encontramos en esta Cumbre, convencidos de la necesidad de emprender acciones, acciones ya de verdad, organizandonos, actuando como un solo pensamiento y un solo compromiso, convencidos de la necesidad de emprenderlas sino también tener en cuenta que estamos frente a la posibilidad de que la humanidad misma desaparezca del globo.

Esperamos que esta Cumbre pueda marcar un hito en la gobernanza mundial por el clima y la biodiversidad, contribuyendo a la movilización de financiamiento sostenible para la protección de los recursos naturales de las tres  estratégicas cuencas.

Como lo venimos manifestando en diversos espacios multilaterales y bilaterales, se hacen necesarias reformas estructurales que permitan a los países el desarrollo sur sur, contar con el suficiente espacio fiscal para emprender acciones efectivas de conservación y acción climática, que redunden en beneficios para el planeta entero, al tiempo que permiten el desarrollo sostenible de nuestras poblaciones y territorios.

Celebramos el liderazgo de la República del Congo, del Excelentísimo señor Presidente aquí presentey del Señor Ministro Jean-Claude Gakosso, así como del conjunto de países que conformamos las demás Cuencas de Ecosistemas de Biodiversidad y Bosques Tropicales (Amazonas, en Suramérica; Congo, en África; y Borneo-Mekong, en el sudeste asiático) y que estamos aquí presentes, para ofrecer soluciones tangibles y enfrentar con ustedes la actual Crisis Planetaria que amenaza nuestra supervivencia.

 

¡MUCHAS GRACIAS Y HASTA MUY PRONTO! 

 

ÁLVARO LEYVA DURÁN

Ministro de Relaciones Exteriores