Bogotá, (Nov. 17 / 11). Como parte de la implementación de la estrategia de inserción de Colombia en Asia Pacífico, la Academia Diplomática y la Dirección de Asia, África y Oceanía y con el apoyo de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional, realiza durante el mes de noviembre la Cátedra Asia Pacífico, en la que participan importantes conferencistas nacionales e internacionales, que precisan la dinámica de las relaciones con esa región.
El turno de hoy fue para Brasil. Durante la cátedra ofrecida por el embajador brasileño Rubens Barbosa, se abordó la proyección externa de este país y las consecuencias para la región, del cambio de eje comercial y político del Atlántico para el Pacífico.
En su conferencia “Proyección externa de Brasil y consecuencias para la región: el cambio del eje comercial y político del Atlántico en el Pacífico”, el Embajador de Brasil explicó que en los “últimos 10 años el principal socio comercial de Brasil ha sido China, con unas exportaciones del 28.7 por ciento e importaciones del 31 por ciento. Solo con China se tiene una balanza comercial de 66 mil millones de dólares y el comercio internacional creció un 35 por ciento en 2010”. No obstante el abultado comercio entre ambos países, el Embajador Barbosa señaló que su país, al igual que Estados Unidos, “es muy crítico con la revaluación que hace China de su moneda”.
Para el diplomático, el reordenamiento global productivo así como el surgimiento de China y otros países asiáticos y su impacto en la economía y el comercio internacional, es un fenómeno que se preveía en la década de los 90, “algo que Brasil ha sabido aprovechar”.
En este sentido, anotó el Embajador Barbosa, su país abandonó las negociaciones bilaterales de Tratados de Libre Comercio. “En efecto, en los últimos 10 años, Brasil solo ha firmado un TLC con Israel, que tiene más alcances políticos que económicos”.
Sobre las desventajas que aún tiene Brasil para mejorar sus exportaciones con China, mencionó el alto costo de la producción, la infraestructura, los puertos, el costo de la energía, los impuestos y alta tasa interna. “Todos esos factores son negativos para la industria, para el costo final del producto, pero eso falta una política doméstica para analizar estos puntos. Al contrario, China ha hecho y está haciendo muy bien su tarea en estos factores”.
Respecto a la integración de Brasil en América del Sur, Barbosa dijo que “la integración es necesaria desde el punto de vista de la infraestructura, eso es algo que se sabe desde el 2000 pero se ha avanzado muy poco. Es una carta que Brasil sabe que tiene que jugar porque necesita sacar sus productos directamente al Pacífico porque los costos marítimos son muy altos”.
Acerca de la política exterior de Brasil, resaltó la visita realizada por la Presidente Dilma Ruseff a China, “en su primera salida oficial, lo que generó una salto cualitativo de Brasil frente a China. Se generó un plan de acción, un diálogo político al más alto nivel en temas de comercio y economía”.
Adicionalmente, destacó la participación de Brasil en los países del BRIC, que “lo ubica políticamente al mismo nivel de India, Rusia, China”, dijo Barbosa.
Barbosa también enfatizó en el tema de la integración suramericana. “Existen varios bloques que, por separado, no ayudan a esa integración: el Mercosur, los países Andinos, los países del Arco del Pacífico, le sumamos el acuerdo de las bolsas MILA, que pueden ser vistos como acuerdos para hacer frente a la potencia comercial que es Brasil en la región”.
