Colombia y Bolivia lideraron este jueves el evento “Derechos Humanos en la Política Global de Drogas y el caso de clasificación de hoja de coca en la Convención Única de 1961” en Viena, un debate sobre la aplicación y la eficacia del régimen internacional de fiscalización de drogas que buscaba estimular el diálogo abierto entre los Estados miembros de la ONU y organizaciones civiles sociales en torno a las políticas de drogas.
En el evento, altos representantes de la comunidad internacional respaldaron la propuesta de Colombia sobre la necesidad de cambiar el enfoque con el que hasta ahora se ha venido abordando el problema mundial de las drogas y la necesidad de poner los Derechos Humanos en el centro de la discusión.
David Choquehuanca, Vicepresidente del Estado Plurinacional de Bolivia, por ejemplo hizo una amplia exposición sobre los beneficios del consumo de coca en su estado natural y la despenalización que el mismo debe tener: “el examen critico de la hoja de coca es una buena oportunidad para la OMS de emprender el diálogo con los pueblos indígenas y crear puntos de encuentro entre la medicina académica y la medicina natural”, indicó al tiempo que hizo un llamado al retorno del buen nombre de la hoja de coca al interior del sistema de tratados de control de drogas.
El Canciller colombiano encargado, Luis Gilberto Murillo, aseguró por su parte, que la comunidad internacional debe repensar los enfoques y reorientar la política global de drogas: “la utópica meta de una sociedad libre de drogas no es realista. La prohibición y criminalización frente al consumo son conducentes a la violación de DD.HH. Porque tiene un impacto desproporcionado en comunidades pobres y tradicionalmente excluidas en sus naciones”
El funcionario dijo además que desde la asamblea general de naciones unidas de 2016 hay un interés progresivo en priorizar la salud, los derechos humanos y reducción de daños relacionados con las drogas, pero los esfuerzos para lograrlo son escasos y etéreos: “Se debe hacer una evaluación de las debilidades que tiene la políticas de drogas y debe hacerse basada en las evidencias”, aseguró.
Entre tanto, Volker Türk, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, dijo en su intervención que el régimen de fiscalización de drogas está caracterizado por una política represiva que ha tenido un impacto terrible: “A pesar de todos los reveses, hemos visto pasos importantes, entonces, nos da cierta perspectiva porque vemos que vamos en otra dirección y es excelente que en lo foros internacionales haya cada vez una conciencia más grande de que los DD.HH tiene que estar relacionados con las políticas de drogas”.
En este sentido, expresó que “Colombia está desempeñando un papel líder para influenciar este cambio de orientación en las políticas de drogas” y recalcó que se debe tratar el abuso de drogas como un problema de salud.
Finalmente, Ruth Dreifuss, Comisionada de la Comisión Global de Políticas de Drogas y Ex Presidenta de Suiza enfatizó en la necesidad de promover la investigación para conocer los beneficios de sustancias que actualmente están clasificadas como sustancias ilegales: “Es muy importante descriminalizar y hacer un cambio en el sistema. Tenemos que cambiar el enfoque”.
Indicó también que todos los países deben estar abiertos a responsabilidades compartidas y trabajar en la efectividad de la colaboración del trabajo que hacemos y no dejar que solo algunos países sean los que estén haciendo el trabajo.
En este contexto, Colombia continúa afianzando su liderazgo en escenarios internacionales de gran relevancia, proponiendo temáticas relevantes para la comunidad internacional y promoviendo soluciones centradas en la protección de los derechos humanos.
