- Colombia y Estados Unidos son socios históricos por más de 200 años, tienen una relación bipartidista. Hoy no hay una crisis con los Estados Unidos. Esta Cancillería no hace una diplomacia de micrófonos, los que esperan eso de esta Cancilleria lamento defraudarlos.
- La carrera diplomática y las medidas de austeridad, fortalecen la ética y el buen gobierno en la diplomacia, por ello la Canciller en dos meses de gestión, ha nombrado nueve embajadores y cónsules de carrera diplomática y seguirá rodeándose de funcionarios excelentes, por mérito.
- Después del 1 de septiembre, la Cancillería garantiza que se seguirán expidiendo y entregando pasaportes, y se pidió a la Comisión Segunda de la Cámara y a la Procuraduría que acompañen la firma del nuevo contrato para este documento.
Bogotá, 26 marzo de 2025 -@CancilleriaCol. En un momento en que la política exterior exige coherencia interna y firmeza institucional, la Cancillería colombiana, bajo el liderazgo de la ministra Laura Sarabia, ha presentado un balance claro sobre su gestión reciente. Tres frentes concentran los esfuerzos: la dignificación de la carrera administrativa, el fortalecimiento de las relaciones internacionales —en especial con Estados Unidos—, y la adopción de medidas de austeridad que no sacrifican eficiencia ni presencia global.
Uno de los pilares de este proceso ha sido la carrera diplomática. La Cancillería ha dado pasos firmes para garantizar que el servicio exterior se construya sobre el mérito y no sobre la discrecionalidad. Se han activado protocolos frente a denuncias de acoso laboral y corrupción en consulados, y se han reforzado los comités de convivencia y mecanismos de prevención, promoviendo un ambiente de respeto, integridad y profesionalismo entre los funcionarios.
Simultáneamente, se han implementado medidas de austeridad con criterio. A través del Programa de Transparencia y Ética Pública, se han racionalizado trámites, fortalecido auditorías internas, promovido la rendición de cuentas y optimizado el uso de recursos en la gestión consular y diplomática. Este enfoque busca que cada peso invertido en política exterior tenga un impacto real, alineado con los intereses estratégicos del país.
En el escenario internacional, la Cancillería ha demostrado capacidad de maniobra incluso en momentos de tensión. A finales de enero, ante un anuncio intempestivo del expresidente Donald Trump sobre supuestas medidas arancelarias, Colombia logró neutralizar el impase a través de canales diplomáticos eficaces y de alto nivel. El episodio se resolvió en cuestión de horas, sin afectar el curso normal de la agenda bilateral, reafirmando a Estados Unidos como aliado clave en inversión, comercio y seguridad. Al respecto, la Canciller Laura Sarabia señaló "No estamos trabajando para el rompimiento de relaciones con los Estados Unidos, al contrario, buscamos fortalecerlas en equidad".
"Colombia y Estados Unidos son socios históricos por más de 200 años, tienen una relación bipartidista. Hoy no hay una crisis con los Estados Unidos. Esta Cancillería no hace una diplomacia de micrófonos, los que esperan eso de esta Cancilleria lamento defraudarlos", puntualizó Sarabia.
Un ejemplo tangible de esta cooperación renovada, señaló Sarabia, es el crecimiento del 8% de las exportaciones hacia Estados Unidos, de 2023 a 2024, así mismo, la creación de la “Plataforma País”, lanzada en Washington, que canaliza inversión estadounidense y de filantropías hacia proyectos colombianos de energías limpias, movilidad eléctrica y reindustrialización sostenible. La iniciativa marca un punto de inflexión: se trata de una política exterior que no solo dialoga, sino que ejecuta, conecta intereses globales con prioridades nacionales y proyecta una visión de desarrollo incluyente y sostenible.
Este nuevo enfoque no se limita a las grandes cumbres o a los comunicados diplomáticos. También se refleja en la vida cotidiana del Ministerio: en cómo se trata al personal, en cómo se responde a las denuncias, en cómo se cuida el clima laboral y se fomenta una cultura institucional ética y transparente. Así, la Cancillería se posiciona no solo como vocera de Colombia en el mundo, sino como una institución que, puertas adentro, empieza por dar ejemplo.