Bogotá (abr. 30/19). Los países del Grupo de Lima hemos hecho un llamado a la fuerza armada nacional de Venezuela para que manifieste su lealtad al Presidente encargado Juan Guaidó, en su función constitucional de comandante y jefe de la misma, y los hemos exhortado a que, fieles a su mandato constitucional de estar al servicio exclusivo de la nación y no al de una persona, cesen de servir como de instrumento del régimen ilegítimo para la opresión del pueblo venezolano y la violación sistemática de sus derechos humanos.
Esto lo ha reiterado el Grupo de Lima en la declaración de Ottawa y en la reciente declaración de Bogotá. También desde la primera declaración y, reiteradamente, prácticamente en todas las declaraciones, hemos condenado de manera enérgica la existencia de presos políticos y exigido su liberación inmediata, lo cual constituye una condición indispensable para el regreso de la democracia.
En igual forma hemos hecho responsables personalmente a Nicolás Maduro por la vida, libertad e integridad de los miembros de la Asamblea Nacional, de los familiares de éstos, de Juan Guaidó, de los familiares del Presidente encargado, de todos los dirigentes democráticos y naturalmente de la integridad y la vida de los ciudadanos venezolanos que aspiran a que su país viva nuevamente en democracia y libertad.
Hoy, a raíz de los acontecimientos que tienen lugar en Venezuela, hemos estado desde muy temprano en contacto con todos los países miembros del Grupo de Lima, a fin de convocar una reunión de emergencia que nos permita continuar apoyando con toda decisión, el regreso de la democracia y la libertad a ese hermano país.