La Declaración incluye la creación de un grupo de trabajo que deberá, entre otras cosas, elaborar un mapa de riesgos de desastres que recoja todos los posibles riesgos en los países de la subregión.
En línea con los principios de justicia social y ambiental del gobierno del cambio, Colombia instó a tomar medidas concretas para mitigar las vulnerabilidades que surgen del cambio climático y que redundan en una mayor desigualdad
Lima (Perú), 5 de marzo de 2024. Con un enfoque decidido en la reducción del riesgo de desastres y la conservación de la biodiversidad, Colombia participó en la Primera Reunión Sudamericana de Autoridades Nacionales en Gestión de Riesgos de Desastres. El evento congregó a los 12 países de América del Sur miembros de Consenso de Brasilia.
La representación de Colombia, liderada por la embajada en Lima, instó a las naciones hermanas a emprender acciones concretas más allá de la mera atención en emergencias, incluyendo estrategias que mitiguen los efectos del Fenómeno del Niño.
Igualmente, en la búsqueda de una Sudamérica más resiliente ante los desastres, y en línea con los principios de justicia social y ambiental del gobierno colombiano, se hizo un llamado a la adopción de medidas concretas para mitigar las vulnerabilidades derivadas del cambio climático y que redundan en mayor desigualdad.
Con la firma de la Declaración de Lima, los países acordaron la creación del "Grupo de Trabajo Sudamericano para la Gestión Integral del Riesgo de Desastres" cuyos objetivos incluyen, entre otros, la elaboración de un Mapa de Riesgos, la articulación de redes gubernamentales, la creación de un sistema de respuesta rápida y la elaboración de un inventario de capacidades.
Además, se comprometieron a establecer un marco de cooperación para las fases de prevención y mitigación, así como a realizar reuniones periódicas para actualizar los elementos mencionados y crear sinergias con otros mecanismos existentes a nivel subregional y regional.
Colombia se compromete, durante su presidencia pro tempore en el segundo semestre de 2024, a impulsar una agenda dinámica y productiva y a movilizar asuntos de tanta importancia como la gestión del riesgo de desastres.
Unidos, los países acuerdan avanzar hacia un horizonte donde la resiliencia y la solidaridad guíen el destino de la región. ¡Sudamérica, más fuerte y unida que nunca!