Colombia hace vibrar Osaka con los cantos sagrados de la Sierra Nevada
• Colombia participa en Expo Osaka 2025 con una muestra cultural liderada por Kandymaku Busintana, artista y portavoz de los pueblos indígenas de la Sierra Nevada, acompañado por Wendy Corzo, Reina Mayor del Festival Vallenato.
• Los pueblos Arhuaco, Kogui, Wiwa y Kankuamo comparten su cosmovisión en la tierra del agua -Osaka-, recordando que esta, no es un recurso, sino una madre, y que el arte debe volver a su sentido sagrado.
• Esta participación se enmarca en la Estrategia de Diplomacia Cultural de Colombia, una iniciativa del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Osaka, Japón — 18 de abril de 2025. En la ciudad del agua, Colombia se presenta ante el mundo no solo con biodiversidad y cultura, sino con un mensaje profundo que viaja desde la Sierra Nevada: la humanidad es una sola tribu, y el arte, el canto y la memoria pueden ser puentes de encuentro.
Liderada por Kandymaku Busintana, artista y gestor cultural indígena, la delegación colombiana llevó hasta Expo Osaka 2025, una voz que nace del corazón del territorio. Acompañado por Wendy Corzo, Reina Mayor del Festival Vallenato e indígena Kankuama, el grupo compartió una experiencia viva: cantos, tejidos, instrumentos, palabra sagrada.
Pero más allá de lo artístico, lo que Colombia ofreció fue un mensaje espiritual: “Nosotros queremos tender puentes. Los rayos del sol son puentes entre el sol y la humanidad. Eso queremos ser aquí: claridad, energía, mensaje. Darnos cuenta de que no somos tan distintos, de que somos una misma tribu”, expresó Kandymaku.
El agua fue el símbolo que unió todas las narrativas. Para los pueblos indígenas de Colombia, no es solo, un recurso: es un ser, una madre, un principio de vida: “Yo nací en la tierra del agua. Osaka también es tierra del agua. Aquí comienza algo importante: rendir homenaje al agua como espíritu, no como necesidad. Nosotros somos parte del agua, y ella parte de nosotros”, dijo el artista.
Esta visión conectó con el mensaje del pabellón colombiano, que bajo el concepto “Colombia, el País de la Belleza”, invita a un recorrido inspirado en el hielo, el agua y el realismo mágico. La presentación incluyó vallenato interpretado con instrumentos ancestrales —caja, carrizos, maracas y acordeón— acompañado de cantos espirituales y tejidos rituales. “La música y el tejido se volvieron cosas para vender, pero nacieron como formas de armonizar. El tejido representa los comportamientos, el respeto, la forma de vivir. Cada canto es también una huella. No venimos solo a mostrar: venimos a recordar”, explicó Kandymaku.
Por su parte, Wendy Corzo llevó al escenario la esencia de una Colombia que se expresa a través del canto y la tradición. “El acordeón no nació en Colombia, pero fue en nuestro territorio donde aprendimos a tocarlo con el alma. Por eso el mundo se asombra”, dijo entre sonrisas el artista.
Para Kandymaku, el mensaje que más le retumbó en este viaje es que: “Nos dimos cuenta que los orientales viven como tribus. Yo creo que eso es lo que somos nosotros en Colombia: también somos una tribu. Y eso es lo que nos va a hacer fuertes para todo lo que llega en estos tiempos, para la vida.”
Desde esa reflexión, Colombia ofreció un mensaje que no busca convencer, sino recordar que la humanidad ya está conectada “Ya los caminos están. Ahora es el momento de caminar juntos. De entender que la paz verdadera no se impone, se siente, cuando vives desde lo que realmente eres.” Dijo.
La participación de los artistas en Expo Osaka 2025 fue posible gracias a la Estrategia de Diplomacia Cultural de Colombia, liderada por la Dirección de Asuntos Culturales del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Esta iniciativa busca fortalecer las relaciones bilaterales y multilaterales del país, utilizando el arte, la palabra, la música y el intercambio cultural como puentes para el entendimiento mutuo, la promoción de la paz y la protección de la biodiversidad como valores centrales de la proyección internacional de Colombia.