Bogotá (feb. 25/21). Uno de los gestores más importantes del proceso de la independencia fue Antonio Morales Galvis. Desde la jornada del 20 de julio de 1810, Antonio Morales fue miembro del cabildo de Santafé, por lo cual formó parte de la Junta de Gobierno que constituyó el inicio de la nación el 20 de julio y también firmó el Acta de Independencia.
Después de eso cuando Morillo inicio la reconquista del territorio para la corona española, Morales en Ubaté, al mando de un escuadrón que había organizado quiso luchar contra los realistas. En este último emplazamiento decidió retirarse a los Llanos junto a Santander por lo que se volvió su condiscípulo y amigo, a quien acompañó desde entonces y durante los años más duros de la guerra.1
En 1819, Antonio Morales tuvo una destacada participación como subcomandante de los ejércitos libertadores cuando se planeó la última fase en el paso del páramo de Pisba, y al consumarse la victoria definitiva en los campos de Boyacá fue enviado a las provincias del Socorro y Pamplona para sofocar los últimos reductos realistas.
En 1820, Bolívar llega con Pablo Morillo a la firma de los tratados de armisticio y regularización de la guerra. Por lo que el Libertador nombra a Morales como representante para demarcar la línea divisoria con la provincia de Quito y negociar con las autoridades políticas del sur del país. A lo cual le hizo frente, y mediante sus dotes diplomáticos hizo su entrada a Pasto y negocio con el gobernador de esa ciudad, mientras en las calles de esa ciudad aún se clamaba por el Rey Fernando VII.
No obstante, sus actitudes diplomáticas no fueron suficientes para la negociación de los límites definitivos de la nueva república, por lo que solo meses después y tras el triunfo en la batalla de Pichincha se pudo cerrar la campaña del sur, definiendo así los límites entre Colombia y el Perú, en la cual Morales tuvo una participación decisiva junto a Mires, Córdoba, Cestaris, y Santacruz. De esta forma llego a Guayaquil y fue uno de los militares más participativos en la reunión de Bolívar y San Martín, que finalmente condujeron al final de la guerra en este territorio.
El 17 de diciembre de 1823, Bolívar lo asciende a general de brigada y lo nombra comandante general de Guayaquil. Sin embargo, sus dotes diplomáticas son requeridas y dos años después, por lo que es nombrado Ministro Plenipotenciario ante el gobierno de Guatemala, y por lo que un año después partió a su destino logrando la firma de varios tratados con estos territorios agrupados en las Provincias Unidas de Centro América.
Aceptación en Guayaquil de Antonio Morales, como enviado diplomático de Colombia a Centro América (1825). 2
Morales llevo instrucciones y poderes sobre límites y combinación de fuerzas para acabar con la española en nuestros mares. Las notas e informes del general Morales se han guardado en el Archivo Diplomático de la Cancillería, y constituyen un testimonio invaluable de sus actividades en esta legación.
Correspondencia Morales en Centro América (1825-1829).3
Finalmente, luego de sus servicios en esta misión se retira a Panamá donde se estableció con su familia algunos años, escribiéndole a las autoridades de Bogotá para el reconocimiento de todos los servicios que éste le había prestado a nación. De este modo se promulgó una ley el 20 de mayo de 1846, en la cual la nación fijada 800 reales mensuales para su pensión y se le nombraba comandante de armas de Panamá, en cuyo cargo se mantuvo hasta su muerte acaecida el 8 de junio de 1852.
1. En: https://enciclopedia.banrepcultural.org/index.php/Antonio_Morales_Galvis.
2. AGN, Archivos Oficiales, Ministerio de Relaciones Exteriores, Transferencia 2, número de carpeta 15, Legación de las Provincias Unidas de Centro América 1825-1830, folio 4r.
3.AGN, Archivos Oficiales, Ministerio de Relaciones Exteriores, Transferencia 2, número de carpeta 15, Legación de las Provincias Unidas de Centro América 1825-1830.
