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“Hay que abrir las embajadas, como decía el presidente Petro, para que ese sea un espacio de trabajo de la comunidad”: Canciller (e) Luis Gilberto Murillo

 

Declaración del canciller encargado Luis Gilberto Murillo Urrutia, al firmar la Resolución 2996 de 2024 que reglamenta el proceso de convocatoria de la Mesa Nacional de la Sociedad Civil para las Migraciones, que hace efectivo este mecanismo de participación en la población colombiana en el exterior, población retornada y migrante regular en el territorio colombiano.

Este es un evento muy importante, pero quisiera, antes de entrar en materia, poder hablar de la política exterior del gobierno y en este nuevo momento de una política exterior progresista. El gobierno del presidente Gustavo Petro y la vicepresidenta Francia Márquez promueven una política de movilidad humana, una política migratoria que debe ser obviamente solidaria y que debe ser segura, que debe ser ordenada, que debe garantizar los derechos de las personas y su dignidad. Y en ese contexto, en la política exterior se ha venido proyectando el proceso de inserción de Colombia cada vez más en el ámbito internacional como una potencia de la vida. Y el presidente Petro ha estado en todos los escenarios promoviendo la vida, la diplomacia por la vida, por la naturaleza, la respuesta a los desafíos climáticos y la pérdida de la biodiversidad. Colombia será la sede de la COP 16 de biodiversidad, Cali específicamente. Igualmente, en la política exterior promocionamos la construcción de paz y, como siempre lo dice el presidente y lo decimos en el gobierno, nosotros en el contexto nacional y en el contexto internacional hablamos de paz y no de guerra. Siempre lo repetiremos porque eso refleja nuestra actuación. Igualmente promocionamos el fortalecimiento y la profundización de la democracia y hacemos muchos esfuerzos en ese sentido.

Y no puede haber democracia sin la participación de la población en movilidad humana, de la población migrante en cualquier país del mundo, porque se hace parte de nuestra filosofía de gobierno de una política exterior progresista. Todo esto lo hacemos en un marco de inclusión y justicia social. 

Hoy, en el marco de la firma de esta resolución tan importante, es esencial reflexionar sobre la trascendencia de nuestra presencia y contribución al mundo en ese contexto de la vida, de la paz, de la democracia, de la justicia social. La diáspora colombiana en el mundo, la Colombia extendida en el mundo, no es simplemente una comunidad, es una representación viva de la resiliencia, tenacidad y visión estratégica de Colombia. Son las mejores embajadoras y los mejores embajadores del país. Mucha gente en el mundo conoce a Colombia a través de una o dos personas de nuestro país. Y no solamente eso, la Colombia extendida, la diáspora colombiana es supremamente importante en la aplicación del poder blando colombiano, el poder suave colombiano, de su cultura, del país, de la belleza del país, de gente acogedora. Ese es el ente moral que mueve a nuestra comunidad.

Colombia se está posicionando y se sigue posicionando como un poder intermedio en un mundo multipolar. Y es ese poder de la Colombia extendida, ese poder de la diáspora colombiana el que lo materializa. Pero también tiene efectos prácticos que a veces no se entienden muy bien dentro de Colombia. La población colombiana le envía a este país para sus inversiones y desarrollo anualmente, ha batido ya récord, cerca de 10.000 millones de dólares. El aporte de la Colombia extendida ya llega casi al 3 % del Producto Interno Bruto. Deberíamos, como país, devolverles más. Y esa es una tarea, una asignatura pendiente en temas migratorios. Nosotros hemos insistido que hay que garantizarle el derecho a la población en movilidad humana a través de una política robusta.

Quisiera hablar de cuatro líneas. Una primera que tiene que ver con la regularización de la población migrante, independientemente de su origen nacional, de su país de origen. Y Colombia es modelo en eso. Ha acogido una gran población, y lo dirá nuestro director de migración, cerca de 3 millones de personas en movilidad humana que han sido acogidas en este país y que tiene un costo enorme para el país, pero también tiene beneficios para el país. Por eso, es importante que los funcionarios de esta Cancillería, los funcionarios del sector de política exterior, los funcionarios y funcionarias del Gobierno entiendan que la filosofía de este gobierno no es ponerle trabas a la población migrante o que está de movilidad humana, sino facilitarle su acogida. Que tienen que tener una concesión distinta, que es de ayudarles a las personas que están en necesidad, no porque quieran, sino porque las condiciones les han obligado. 

Yo fui migrante, sigo considerándome migrante y entiendo cómo los obstáculos le hacen a uno la vida imposible. Tienen que jugar uno tras otro.

Este gobierno progresista tiene que facilitarle a la población en movilidad humana su tranquilidad y dignidad con sus familias. Por eso, nosotros estamos con el director de Migración, Fernando García, sacando adelante una regulación que permite la reunificación familiar. Familias de migrantes que tienen niños y niñas van a poder estar aquí y acogerse al país y tener garantizado su tranquilidad a través de un estatus legal. Pero también lo vamos a hacer con visas especiales de trabajo para la población en movilidad humana en necesidad, que aunque no tiene niños y niñas, sí han escogido este país para contribuirle al país. De eso se trata precisamente el trabajo que debemos hacer. 

El otro apunto que quisiera tocar tiene que ver con el control y la lucha contra la trata de personas y el tráfico de migrantes. No se puede permitir. El Gobierno ha tomado una decisión firme y lo viene haciendo, de combatir las redes criminales que trafican con migrantes, que se aprovechan de la población migrante, que se dedican a la trata de personas. En eso no podemos desfallecer. 

Lo tercero es que en la situación de crisis migratoria de todo el hemisferio, donde Colombia es un ejemplo de acogida, sí tenemos que facilitar. Colombia se convirtió también en un país de tránsito y tenemos que facilitar corredores humanitarios para los retornos de las personas que a veces se arriesgan, pero que quieren retornar a sus países. Colombia debe facilitar ese corredor humanitario. Y lo otro es que estamos haciendo campañas informativas y de concientización para que las personas no caigan en estas redes que acabamos de mencionar. Ese trabajo, que lo hacemos en varios componentes, tiene que ver también con la necesidad de que otros países sigan el ejemplo colombiano y tengan esquemas regulatorios que le den acogida a la población en movilidad. Por eso, en el caso, por ejemplo, de los EE. UU., estamos pidiendo que haya mayores vías legales para que las personas puedan tener una movilidad circular y obviamente no caer en estas trampas y rutas de la muerte.

Sólo para dar un ejemplo, esas mismas conversaciones las tenemos con la Unión Europea, porque sí se requieren transformaciones de fondo en los sistemas de movilidad humana y migratorios en el mundo que permitan precisamente la acogida de esta población en necesidad. 

Y ya para adentrarme en lo relacionado con la Mesa Nacional de la Sociedad Civil para las Migraciones y la resolución que hoy firmamos, esta resolución reglamenta el proceso de convocatoria a la Mesa Nacional de la Sociedad Civil. Esta Mesa Nacional para las Migraciones fue creada hace mucho tiempo, pero no se había reglamentado porque pareciera que no fuese prioridad. Por eso nuestro gobierno lo ha hecho. 

Todas las colombianas y colombianos en el exterior, los retornados, migrantes, los que estén regulares en nuestro país, los que no, podrán obtener información actualizada sobre el desarrollo institucional de la Política Integral Migratoria del Estado colombiano y así participar en las actividades de discusión y desarrollo de esta política. 

La resolución es un mandato que viene del año 2011 y se ratificó con la Ley 2136 del 2021 y que recoge todo el acervo normativo en materia migratoria del país. O sea que estamos materializando un propósito nacional de hace 13 años.

Como parte del mandato que emana de la Ley 2136 del 2021, la Cancillería ha vuelto a convocar a la Comisión Intersectorial de Migraciones para que sirva de escenario para la discusión y aprobación de los grandes temas migratorios y de movilidad humana. Esa es una gran discusión que se tiene que dar en el país y debe ser muy incluyente. Asimismo, hemos participado en muchas de las mesas migratorias departamentales y las municipales con nuestro equipo de la Cancillería y allí se discuten muchos temas también de actualidad en el contexto territorial y cómo incorporar estos elementos en los planes de desarrollo. 

La conformación de la Mesa Nacional de la Sociedad Civil para las Migraciones y de sus delegados permitirá que la voz de cientos de miles de colombianas y colombianos en el exterior, retornados e inmigrantes sea escuchada. Porque hoy no tenemos ese escenario, porque no tenemos convocada la mesa. Nos comprometemos a promover la participación de los sujetos especiales de protección constitucional, de la población vulnerable, de las poblaciones en situación de discapacidad, de la población diversa, de los grupos históricamente discriminados o marginados y aplicar un enfoque de derechos de género, un enfoque diferencial, un enfoque étnico y que sea interseccional. 

Queremos que la voz de la diversidad se oiga y resuelve en todos los espacios y latitudes del globo. No me queda más que decirles que este espacio es de ustedes, es de la diáspora, es de la Colombia extendida, es de las personas retornadas, es de las personas en movilidad humana, de las personas migrantes y hay que empoderarlas porque realmente son las personas que mueven esta política.

Y si hay que empoderarla, tiene que entenderse, y vuelvo, insisto en este mensaje, tiene que entenderse de la función pública, que la función pública no es poner obstáculos a la población en movilidad humana, sino facilitarle su movilidad. Me refiero a esto porque hace poco tuvimos mucha discusión sobre algunos obstáculos más que estábamos colocándole a, de pronto, un grupo de la población migrante. En primer lugar, la población de movilidad humana, la distinción por países a veces es secundaria cuando usted está en movilidad humana. Y en segundo lugar, no podemos ponerles obstáculos, tenemos que entender que aquí estamos para servirle a esa población y la Cancillería y Migración Colombia tienen que asumir esa responsabilidad como la han estado asumiendo. Y eso es un proceso educativo también interno dentro del gobierno para que se entienda que los principios y los marcos de esta política es distinta. 

El cambio tiene que darse en cada escenario y en cada sector de la política pública. En el caso nuestro, la migración, la movilidad humana es uno de los temas principales de este país. Un país que en los últimos años ha cogido cerca de 3 millones de migrantes de distintos países, principalmente de Venezuela, un país que se ha convertido en ejemplo mundial, pero es un país también que se convirtió en el país de origen donde mucha de nuestra gente se está movilizando a distintas zonas del mundo.

Es un país que también se convirtió en un país de tránsito y tenemos que prepararnos para eso. Pero es un país que tiene que responderle a su población que se encuentra en el exterior. Y las embajadas y los consulados tienen que tener claro que deben abrirse a esta población, que tienen que servirle a esta población. No es al contrario. Esta población buscando las embajadas de los consulados para ver si de pronto pueden ser recibidos. Se les puede atender. No, aquí hay que cambiar esa cultura institucional en la cual la gente venía a las embajadas y consulados. Tenemos que ir a buscarlos y prestarles el servicio. Y Colombia nos une, tiene que facilitar ese trabajo y estar en todos, en todas las embajadas y consulados que tenemos alrededor del mundo y las casas Colombia. Las casas de Colombia, que es un mandato del plan de desarrollo, tienen que implementarse porque ese es el escenario de la diáspora colombiana, es el escenario de la Colombia extendida. Eso es un cambio de mentalidad de cómo venía operando la Cancillería y eso tiene que quedarle a casa claro a cada funcionario, hay que quedarle muy claro a cada funcionario. Hay que abrir las embajadas, como decía el presidente Petro, para que ese sea un espacio de trabajo de la comunidad y eso requiere de un cambio de mentalidad del funcionario público en el servicio a la comunidad colombiana en el exterior. Yo quiero dejar muy claro ese mensaje porque estamos en un cambio de cultura institucional y que tiene que asumirse con mucha semana porque estamos para servirle a esa población en el exterior y a la población de retornados y de población en movilidad humana que se encuentra en el país.

Muchísimas gracias.