Bogotá (oct. 5/17). Los primeros ‘muros vivos’ de Colombia ya son una realidad. El proyecto cuenta con 630 m2 en total y consta de tres muros ubicados en las ciudades de Cúcuta, Valledupar y Pasto. Se trata de un proyecto englobado por el Plan Fronteras para la Prosperidad (PFP) de la Cancillería que tiene como objetivo impulsar el desarrollo social de las poblaciones en las fronteras mediante la generación de oportunidades económicas y de inclusión social.
‘Muros vivos’ es un concepto que une la cultura, el arte y el medioambiente a través de murales intervenidos con pinturas fotocatalíticas, que tienen la capacidad de descontaminar el aire de la misma manera que lo hace un árbol adulto.
Cada mural fue intervenido por artistas locales que trabajaron en el concepto artístico del proyecto inspirándose en temáticas relacionadas con su región. Además, contó con la participación de vecinos de la zona, que plasmaron en cada muro testimonios propios con mensajes que promueven el cuidado del medioambiente y del entorno.
“Una de las misiones de la Cancillería es orientar, ejecutar y evaluar políticas de integración y desarrollo fronterizo; ‘muros vivos’ es un proyecto perfecto que ha contribuido a una solución ambiental que involucra a la comunidad y mejora su calidad de vida”, afirma Víctor Bautista Olarte, Director para el Desarrollo e Integración Fronteriza de la Cancillería de Colombia. “Trabajar de la mano con la Asociación Aire y Colombia Verde y Limpia ayudó a que esta campaña fuera un total éxito”, agregó el funcionario.
Los ‘muros vivos’ o ‘bosques del futuro’, como los denomina Mathieu Reumaux, gerente de la Asociación Aire y responsable de la ejecución de este innovador proyecto en Colombia, están ubicados en la Terminal de Transportes de Cúcuta, en el Colegio CASD Simón Bolívar de Valledupar, y en el intercambiador vial de la carrera 35 número 18 de Pasto. Cada uno de estos muros podrá ser disfrutado por la comunidad ya que las zonas tienen un fuerte impacto en la movilidad de la ciudad por ser vías muy transitadas.
De esta manera, Cúcuta, Pasto y Valledupar se ponen a la altura de ciudades como París, Londres, La Haya, Manila y Lima, que ya cuentan con muros vivos en sus calles gracias a los cuales, además de embellecer el entorno, han logrado bajar hasta un 20% los niveles de contaminación de la zona intervenida.