Palabras de la Ministra de Relaciones Exteriores María Angela Holguín en el Primer encuentro Iberoamericano de Diplomacia Cultural

Palabras de la Ministra de Relaciones Exteriores

María Angela Holguín Cuéllar

en el acto de clausura del

PRIMER ENCUENTRO IBEROAMERICANO DE DIPLOMACIA CULTURAL

Cartagena de Indias, Colombia

Marzo 18 de 2011

Me causa gran satisfacción poder contar con su presencia con motivo de la realización del Primer Encuentro Iberoamericano de Diplomacia Cultural en Cartagena de Indias.

Confío que este encuentro, que ha sido posible gracias al trabajo compartido entre el Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia, la Organización de Estados Iberoamericanos, la Secretaría General Iberoamericana y la Agencia Española de Cooperación para el Desarrollo, les haya brindado herramientas no sólo para poder hacer mejor su trabajo, sino para poder hacerlo en equipo y en perspectiva iberoamericana, como bien lo ha señalado la Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno reunida en Mar del Plata en diciembre pasado.

La diversidad cultural de Colombia se constituye en la expresión de un pueblo con la tradición democrática más antigua y continúa de Latinoamérica. Con una población de cerca de 42 millones de habitantes, el 10,4% de nuestros ciudadanos se reconocen como afrocolombianos y el 3,2% como indígenas.

Dicha tradición debe ser reconocida como parte importante de la realidad colombiana y marco en el cual el Estado, a través de la Constitución Política, reconoce y protege la diversidad étnica y cultural del país.

Creo firmemente que las expresiones culturales, como herramienta de la política exterior facilitan la identificación de elementos históricos y sociológicos comunes con otras naciones, generan alianzas en pro de la defensa de intereses culturales similares y, en último término, coadyuvan a un mejor entendimiento entre nosotros.

Para Colombia, la Diplomacia Cultural reúne un conjunto de lineamientos y herramientas que guían las actividades de las misiones de Colombia en el Exterior con miras a que por medio de la promoción de la cultura y la identificación, formulación y ejecución de proyectos de cooperación en materia educativa y cultural, se contribuya al logro de los objetivos planteados en el marco de la política exterior y se alcancen resultados concretos a través de instrumentos privilegiados como son las Comisiones Mixtas de Cooperación y la Estrategia de Cooperación Sur-Sur con los países de la cuenca del Caribe.

En este contexto, ha sido muy enriquecedor para Colombia el desarrollo de la Estrategia con la Cuenca del Caribe, que nos ha dado la posibilidad de intercambiar actividades de asistencia técnica con países de la región en ámbitos como las industrias culturales, los museos, la lectura y las bibliotecas, entre muchos otros. La cooperación Sur-Sur y la cooperación al desarrollo se han convertido en mecanismos generadores de nuevas prácticas de diplomacia cultural capaces de incidir directamente en situaciones concretas. Así hemos comenzado a comprobarlo igualmente con el “Plan Fronteras para la Prosperidad” con iniciativas en los ámbitos de la música y de las bibliotecas como espacios de encuentro y de celebración de la diversidad.

La labor de la diplomacia cultural encuentra en la cooperación una de sus grandes vertientes, pero no la única. Fijar los criterios a través de los cuales un país se representa en el exterior o construir un discurso para darse a conocer como nación, sin caer en los estereotipos, en las exclusiones, en lo predecible o en la simple propaganda, demanda grandes esfuerzos. Poner los énfasis en dónde se debe, elegir el escenario adecuado, encontrar a los interlocutores oportunos, construir los mensajes con claridad, no es un trabajo fácil. Un país no es un bloque homogéneo, está lleno de contrastes, de diversidades, de mezclas. En esa medida, sus formas de representación tampoco pueden serlo, como tampoco los públicos a los cuales nos dirigimos.

El trabajo conjunto con las Cancillerías de Iberoamérica nos ha llevado a la construcción de nuevas rutas para la promoción y difusión de una nueva agenda de diplomacia cultural basada en los valores que animan a la comunidad cultural iberoamericana.

Ustedes comparten la responsabilidad de coordinar, en el marco de las Cancillerías, la diplomacia cultural, educativa, deportiva y científica de sus países, y en esa medida, sirven a la articulación de los intereses internacionales de los sectores con la política exterior.

Les ruego transmitir a sus distinguidos Ministros y Ministras, a quienes me unen fuertes vínculos de amistad, mi gratitud por darnos la posibilidad de tenerlos a todos ustedes entre nosotros para construir una Iberoamérica cada vez más fuerte, más unida y más cercana a los sueños y aspiraciones de nuestros ciudadanos.