Palabras de la Canciller Claudia Blum en la ceremonia de posesión de los nuevos terceros secretarios que ingresan a la Carrera Diplomática y Consular

Bogotá (feb. 23/21).

Embajador Juan José Quintana, director de la Academia Diplomática.

Director de Talento Humano, Lenin Hernández.

Directivos de la Cancillería.

Estimados jóvenes:

Reciban mis más sinceras felicitaciones por su ingreso formal a la carrera diplomática y consular de Colombia como Terceros Secretarios de Relaciones Exteriores.

Aprovecho este espacio para extender un afectuoso saludo a sus familiares y seres queridos, quienes los han acompañado en este proceso.

Hace menos de un año se abrió un nuevo capítulo en la vida de cada uno de ustedes.

Luego de superar las pruebas de ingreso a la carrera, iniciaron el curso de formación en la Academia Diplomática Augusto Ramírez Ocampo, dirigida con acierto y dedicación por el embajador Juan José Quintana.

En esa primera etapa fueron adquiriendo conocimientos y habilidades que los preparan para la diplomacia.

Han abordado en la Academia el estudio de contextos globales, los actores e interacciones mundiales del poder, las tendencias de las relaciones internacionales, los objetivos y la misión de los diplomáticos.

Esta Misión les exige representar al país; ser los defensores y los voceros de nuestros intereses ante el mundo; lograr sobre la base de la negociación diplomática los acuerdos que afianzan nuestras relaciones multilaterales y bilaterales; e informar al país, con responsabilidad y transparencia, sobre los resultados de su labor.

Su trabajo se enmarca en la ejecución de la política exterior de Colombia. Una política que defiende el multilateralismo como modelo para enfrentar retos globales. Y que construye relaciones bilaterales sobre la base de ideales, valores y principios compartidos con otros Estados.
Una política exterior comprometida con la defensa de la legalidad y la democracia en todos los escenarios. Que promueve relaciones económicas internacionales favorables al emprendimiento y el crecimiento económico, siempre con visión de sostenibilidad ambiental. Y que entiende la equidad y el bienestar social como valores centrales que deben unir a los países en su cooperación y diálogo permanente.

Al reconocer los desafíos que esto plantea, el Gobierno nacional se ha trazado como meta contar con un servicio exterior cada vez más especializado, fortalecido y robusto.

Un equipo diplomático que responda a un contexto internacional complejo y competitivo, en que el desarrollo del conocimiento y la evolución de la tecnología en todos los campos, avanzan a un ritmo sin precedentes.

Ustedes llegaron a la carrera diplomática en ese mundo cambiante, y en medio de circunstancias inéditas por causa de la pandemia.

En este contexto, les comparto algunas reflexiones para la vida que inician

Trabajen con visión innovadora; sigan estudiando y formándose para estar a la vanguardia en una época en que la historia evoluciona a pasos acelerados.

Estén atentos a los detalles de su labor, pues en diplomacia un descuido puede costar mucho al país. Este es un escenario en que la perfección más que una virtud es una necesidad.

Alimenten su pensamiento crítico y analítico. Traten de no conformarse ni caer en la rigidez intelectual. Dentro de los marcos de política exterior del país, no duden en preguntarse cómo lograr el objetivo nacional de una manera más eficaz; porque la diplomacia también les exigirá propuestas y respuestas en las negociaciones y temas que se les asignen.

Sean negociadores firmes y exigentes. En relaciones internacionales no se trata de lograr un acuerdo por lograrlo; sino de tener claras las líneas rojas, y los intereses nacionales que vamos a defender con perseverancia.

Cultiven una actitud resiliente. No se dejen derrotar por los escenarios difíciles o las situaciones complejas; aprendan de ellas y sean más fuertes en el siguiente reto. El país espera esto de todos ustedes.

Y sobre todo fortalezcan todos los días de su vida la pasión por las relaciones internacionales y por el arte de la diplomacia. Han elegido ustedes una actividad profesional que, al tiempo de trabajar por Colombia, les abre posibilidades para aportar en la construcción de un mundo más pacífico, próspero, humano, y equitativo.

Desde este día, son ustedes diplomáticos al servicio de la República de Colombia. La Nación espera que cada uno de ustedes asuma su trabajo como una misión de servicio público; un trabajo constante por el bien común.
Los felicito por el significativo logro que hoy marca sus vidas, y prepárense para tener muchos más. Les auguro una carrera llena de éxitos y satisfacciones.

Muchas gracias.